Si bien por el momento no es posible prevenir la demencia, sí es posible combatir la aparición del deterioro cognitivo. De hecho, al igual que los músculos, si se mantiene saludable, será más resistente al envejecimiento y reducción de las capacidades cognitivas.
Aquí compartimos algunos buenos hábitos que ayudan a disminuir el progreso del deterioro cerebral:
Participar en actividades de entrenamiento de habilidades cognitivas
Nuestro cerebro, al igual que nuestros músculos, necesita mantenerse en constante entrenamiento. Especialmente cuando a medida que envejecemos, comenzamos a reducir nuestra participación en actividades que nos mantienen activos. Las habilidades cognitivas con el tiempo comienzan a debilitarse, con la posibilidad de desarrollar problemas. Participar en cursos, talleres, encuentros, reuniones de profesionales que saben cómo estimular las habilidades cognitivas puede ser muy útil para mejorar tu rendimiento y prevenir el envejecimiento cerebral.
Seguir una dieta equilibrada
Si tu dieta incluye muchos dulces, alimentos ultra procesados, mucha sal, productos elaborados con harinas refinadas, bollería, poca fruta, deberás considerar hacer algunos cambios.
En particular, sería bueno comenzar a incorporar: alimentos ricos en antioxidantes, que sirven para proteger las neuronas de los químicos, previniendo precisamente la oxidación (naranjas, limones, té blanco, té verde, fresas, arándanos, remolacha, jengibre, papaya, manzanas, uvas rojas) alimentos con omega 3 y omega 6 (pescado, frutos secos, aguacate) vegetales verdes (espinacas, brócoli, coliflor)
Practicar actividad física
Con una caminata de 30 minutos diarios es suficiente. Esto permite mantener tus músculos, corazón y cerebro en movimiento.
Los beneficios de la actividad física radica en que nos pone en contacto con el presente, haciéndonos conscientes de nuestro cuerpo, de nuestros pies tocando el suelo y de nuestro corazón que aumenta sus latidos. Además, la actividad física libera pensamientos y tensiones, y cuando esto ocurre la mente queda más libre para pensar y crear.
Cuidar el corazón
Esto se logra manteniendo bajo control el colesterol y la hipertensión, evitando fumar, alimentos ricos en grasas y sobrepeso y manejando adecuadamente el estrés y la ansiedad (incluso con ayuda psicológica).
Cultivar las relaciones sociales
No siempre estás en casa, solo viendo la televisión la mayor parte del tiempo, pero deja espacio para reuniones y relaciones con amigos y familiares. Las risas, las bromas, las nuevas experiencias, los viajes, el gimnasio, a cualquier edad, solo pueden ser buenos para nuestro cerebro y nuestro estado de ánimo.
Aprender algo nuevo todos los días
Los problemas de memoria surgen precisamente de la monotonía y la pérdida de entrenamiento: al hacerlo, el cerebro ya no tiene los estímulos para aprender y experimentar cosas nuevas.
Las nuevas experiencias o la información aprendida, por otro lado, le dan al cerebro nuevos estímulos, que ayudarán a crear nuevas conexiones neuronales.
Leer, aprender, tratar de ver las cosas desde otro punto de vista, participar en encuentros de entrenamiento en habilidades cognitivas, hacer yoga, apuntarte a clases de baile, salir a caminar. Todo esto ayudará a mantener tu cerebro entrenado y tu felicidad.
Concentrarse en el aquí y ahora
A menudo, mientras hacemos algo, pensamos en otra cosa. Por ejemplo, mientras preparamos la cena pensamos en cómo nos fue el día, las discusiones o problemas que tuvimos, lo que tendremos que hacer mañana, etc. ¡Pero ahora mismo perdemos nuestro presente! Por eso entonces no recordamos si apagamos el fuego o que teníamos una cita, porque en ese momento no estábamos concentrados y no enfocamos nuestra atención.
Eliminar pensamientos negativos
A menudo pensamos negativamente, es decir, solo en lo que no podemos o sabemos hacer, a veces también por las otras personas con las que estamos en contacto, que nos juzgan negativamente.
Es importante aprender a ver siempre el lado positivo de las cosas y no dejarse influenciar por pensamientos negativos. Reír te permite liberar la tensión y almacenar información de manera más efectiva.
Creatividad
Dedicar algunas horas del día a actividades creativas, como por ejemplo realizar algún tipo de manualidad (desarrolla la creatividad, alivia el estrés y, si se comparte con otros, ayuda a la socialización), leer y escribir (mejora las habilidades mentales y en particular la memoria, potenciando las capacidades cognitivas), utilizar el Internet (a través de juegos apropiados te permite entrenar tu memoria).
De hecho, distintas investigaciones han demostrado la importancia de usar las redes sociales también para las personas mayores. Los beneficios son: mejora de la calidad de vida, reducción de la soledad, aumento de la autoeficacia e identidad personal, y desarrollo de capacidades cognitivas. Todo ello conduce, por tanto, a una mejora general del bienestar psicofísico. En comparación con las personas más aisladas que son más propensas al deterioro cognitivo.
Usar la tecnología
Hay varias aplicaciones que se utilizan para ayudar a las personas con problemas menores de memoria y sirven como apoyo para los ancianos y cuidadores, permitiéndoles ayudar incluso de forma remota. Este tipo de aplicaciones también recuerdan cuándo hacer pruebas, cuándo tomar un medicamento, cuándo ir al médico, pero también cosas menos importantes como una cita con una serie de televisión, una visita de un amigo, algo para comprar, etc. Funcionan en distintos sistemas telemáticos, no sólo monitorizan la salud, sino que entretienen y estimulan a las personas mayores.
0 comentarios