La importancia de la valoración neuropsicológica

Cómo impacta en casos de demencia

En los últimos años se viene registrando un aumento sostenido de la esperanza de vida, esto ha motivado a la ciencia a buscar nuevos desafíos en el abordaje de las patologías que sufren los adultos mayores.

La demencia es una de las patologías más frecuentes de este grupo etario, causando la pérdida de autonomía y afectando la salud y calidad de vida tanto de la persona afectada como de su entorno (familiares, cuidadores).

Junto a otros exámenes, la evaluación neuropsicológica cumple un rol muy importante en el proceso de diagnóstico de la demencia, conociendo a fondo el deterioro cognitivo, arrojando información concreta sobre la autonomía de la persona y cumpliendo un rol indispensable en el seguimiento de estas enfermedades.

Algunos datos sobre neuropsicología y demencia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay actualmente cerca de 600 millones de personas con más de 60 años; esta cifra se duplicará el año 2025 y llegará a los 2000 millones en el año 2050. A causa de esto, se proyecta que en el 2050, el 22% de los habitantes del mundo tendrá más de 60 años y que 400 millones de personas superarán los 80 años.

El papel de las pruebas neuropsicológicas en el cuidado de los adultos mayores

Las evaluaciones neuropsicológicas pueden ser extremadamente útiles en la detección, diagnóstico y manejo de los síndromes de demencia. Están diseñadas para identificar el alcance y la gravedad de las deficiencias cognitivas y conductuales de una persona. Nos permiten determinar un patrón de fortalezas y debilidades cognitivas relativas, lo que indirectamente proporciona información sobre la integridad estructural y funcional del cerebro de un paciente.

Los neuropsicólogos utilizan pruebas estandarizadas para evaluar las capacidades cognitivas, como la atención, la memoria, el lenguaje, la velocidad de procesamiento, las funciones visoespaciales y ejecutivas.

Estos tipos de evaluaciones integrales requieren mucho tiempo y no siempre son factibles o necesarios en la práctica clínica habitual. Para los neurólogos, las tareas breves de detección cognitiva pueden proporcionar una estimación rápida de la función cognitiva de una persona e identificar a aquellos que se beneficiarían de una evaluación cognitiva más detallada.

Se recomiendan pruebas neuropsicológicas para la evaluación y el diagnóstico del deterioro cognitivo y la demencia en adultos mayores. Las guías de práctica respaldan las pruebas neuropsicológicas en adultos mayores para identificar el deterioro cognitivo leve y diferenciar entre los tipos de demencia. Los instrumentos de detección más útiles y comúnmente utilizados son la Evaluación Cognitiva y el Mini-Examen del Estado Mental.

Los neuropsicólogos son psicólogos que están capacitados para interpretar los resultados obtenidos en las distintas pruebas a partir de medidas de evaluación neuropsicológica estandarizadas en el contexto del historial médico y psiquiátrico de un paciente y para comparar el desempeño de la persona con otros de edad y experiencia de vida similares.

Una evaluación neuropsicológica típica para una persona con demencia durará de 2 a 3 horas, e incluye pruebas estandarizadas de memoria, atención, velocidad de procesamiento, lenguaje, habilidades visoespaciales, funcionamiento ejecutivo y habilidades motoras. A causa de esto, al examinar el patrón de desempeño de la persona en estas pruebas, los neuropsicólogos pueden ayudar a especificar tanto el tipo de demencia experimentado como el pronóstico.

Razones para realizar una evaluación neuropsicológica

• La evaluación neuropsicológica puede ayudar en el diagnóstico y tratamiento de pacientes con demencia u otros trastornos psiquiátricos y neurológicos.

• La evaluación neuropsicológica es la administración estandarizada de pruebas cognitivas y la interpretación individualizada de los resultados de estas pruebas para sacar conclusiones sobre el cerebro. Relaciones conductuales y función cerebral.

• Las pruebas neuropsicológicas pueden ayudar a desarrollar estrategias individualizadas que el paciente y los cuidadores pueden usar para manejar déficits específicos.

• Las reiteradas pruebas neuropsicológicas pueden rastrear la progresión de la demencia y también pueden evaluar la efectividad de los medicamentos u otras estrategias de rehabilitación.

Los neuropsicólogos ejercen en muchos entornos, incluidos los departamentos de neurología y psiquiatría; clínicas de rehabilitación; servicios de neurología, psiquiatría, médicos y geriátricos para pacientes internados; y hospitales e instalaciones especializadas en rehabilitación y atención a largo plazo.